Manual de la vida

Un Enfermedad es una desconexión de la Luz creadora y una oportunidad para crecer.  La pérdida de armonía que genera síntomas

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Nuestro cuerpo es lo que alberga nuestra alma, cada parte de nuestro cuerpo es la representación vivida de ésta y como tal podemos ir descubriendo en que estamos fallando a través de las dolencias que tenemos.

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Cuando enfermamos nuestra alma nos comunica que algo anda mal, que estamos fallando, nos interrumpe en nuestra vida diaria, atrae nuestra atención, interés y energía, por lo tanto impide nuestra vida normal, producto de la molestia, tratamos de eliminar el síntoma. Si deseamos mejorar de una enfermedad, no debemos mirar el "síntoma" sino ir mas allá y buscar la causa que SIEMPRE es más profunda. Pues toda enfermedad tiene una causa previa en la conciencia y que aunque existan tratamientos para sanar las enfermedades del cuerpo físico, si no se trata la causa, estas enfermedades reaparecen.

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De acuerdo a las enseñanzas 'Kabbala', la ira, el resentimiento, las angustias guardadas, afectan al cuerpo físico y se expresan como enfermedad. La enfermedad viene como consecuencia de cortos circuitos, es decir cuando por causa de la angustia, tristeza, ira, bronca, rencor, odio, celos, por ejemplo, las que a su vez vienen como consecuencia de las actitudes negativas que tomamos. Ya que cuando somos reactivos creamos espacios vacíos, que no pueden existir, en nuestro cuerpo terrenal, dando origen a nuestros síntomas físicos.

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La raíz (de las enfermedades) es la conciencia equivocada con que vemos la vida. Cuando entendemos qué es lo que nos gatilla y decidimos quitarle ese poder reactivo, entonces nos acercamos a la luz. La raíz del caos personal nunca es externo, es el ego. Si no trabajo las emociones y entiendo que tengo que aprender de esta situación, voy a terminar enfermando. Debemos entonces tomar responsabilidad, no ser víctima, nadie es responsable de nuestra enfermedad mas que nosotros mismos, no las otras personas, Di-s, naturaleza circunstancias, etc., somos nosotros mismos y las elecciónes que hacemos.

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Las enfermedades son despertadores de conciencia. Cuando se necesita un cambio de conciencia, a veces, llegan momentos duros para llevarnos a ese cambio, te rompen el corazón, pierdes todo el dinero… entonces es momento de cambiar. Todas las acciones positivas que hacemos en la vida, inyectan energía positiva al cosmos. Y en momentos necesarios, esa energía viene a ayudarnos a conservar la salud y no enfermarnos. Pero para entender mejor como mantenernos sanos podemos pensar en determinado órgano, que función cumple y entenderemos porque estamos enfermos.

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Enfermamos porque no queremos cambiar nuestros deseos y son egoístas, si los cambiamos a deseos generosos, entonces cambiamos la conciencia y podemos sanar.

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Cada órgano esta conectado con una parte de nuestro trabajo espiritual o de alguna actitud reactiva.

La vesícula está conectada con la amargura. 
El hígado conectado a la ira.
Las rodillas a la rigidez, terquedad, 
Los pies al miedos hacia el futuro que va a ser mi vida, etc. 
Columna lumbar a lo temores económicos, 
Riñones a no soltar, no sueltan agua, encimas. 
Cáncer a la instabilidad emocional, de acuerdo al área del cáncer. genera espacios dentro del cuerpo y esos son espacios que se alejan de la luz. Se necesita eliminar las formas de caos como ira, negatividad, odio.
Garganta a algo que se dijo o que no se ha dicho. 
Rigidez de las arterias a no soltarse, etc.

 

De acuerdo al 'Kabbalah', las enfermedades manifestadas en el cuerpo son vistas como una bendición, porque entonces la conciencia se ha expresado diciendo que algo no está bien y le da al ser la oportunidad de cambiar y sanar.

La verdadera cura tiene 3 niveles a saber:

El primero consiste en eliminar su manifestación física ( ejemplo, remover el tumor ).

El segundo nivel consiste en aliviar el dolor ( tomar medicamentos .)

El tercer nivel y el más importante consiste en cambiar nuestra conciencia, nuestra manera de pensar, para que no se vuelva a repetir"

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Siendo que una enfermedad es la manifestación de nuestra desconexión, para modificar espiritualmente algo que ya apareció en el plano físico debemos cambiar nuestro nivel de conciencia, queremos ser personas que se preocupan por crecer espiritualmente y sabemos que esto es solo posible cuando uno se preocupa por el prójimo y cuando uno trata a las demás personas con un mínimo de dignidad humana. Esto garantizaría sin duda nuestra Salud. Pero no debemos dejar de lado la medicina y sus avances que ayudan a reducir nuestras dolencias las que se repetirán si no busco en el fondo y no cambio la conducta errada.

La Kabbalah, recomienda para "conectarnos a la luz" y recuperar la salud perdida, la meditación por excelencia el Ana Becoaj y el Tikun Hanefesh, ambas herramientas espirituales muy poderosas que traen energía de sanción a todas las áreas de nuestro cuerpo, y lo hace al nivel de nuestra conciencia atacando la raíz del problema. 

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Otro punto importante es la certeza. La certeza de que estamos sanos. La certeza de que todo es una ilusión y que viene solo para ayudarme a crecer y a cambiar. La certeza de que nada es malo. La certeza de que la Luz me ama y quiere que yo manifieste mi yo sano. Por lo tanto no tengo por qué tener miedo.

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¿Cómo cambiar la conciencia? 

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Cinco pasos para caminar hacia la luz, como denomina la Kabbalah al cambio de conciencia que hace seres humanos más bondadosos.

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Primer paso: Viene desde los acotecimientos, es decir se presenta un obstáculo en la vida.

Segundo paso: Me digo hacia mi : Sé que este obstáculo, reto o problema me fue enviado para crecer y recibir más bendiciones y la luz en mi vida.

Tercer paso: Me doy cuenta de que mi reacción es el verdadero enemigo, no el obstáculo. No es la persona o situación que "me hace gatillar", sino mi naturaleza reactiva.

Cuarto paso: Reconozco mi naturaleza reactiva, y decido que no quiero actuar bajo esa reactividad. Cambio mi conciencia y transformo la forma de verlo.

Quinto paso: Ya cuando entendí los puntos anteriores. Tomo acción de manera proactiva. Paso a compartir y a soltar.

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